sábado, 20 de marzo de 2010

Nuevas imágenes de Plutón

El espacio exterior es gigantesco, incluso sólo circunscribiéndonos a nuestro sistema solar las distancias son inmensas. Cuando se lanzó la misión New Horizon con destino a Plutón este cuerpo aún tenía la calificación de planeta. Ahora es sólo un planeta enano, denominación justa si consideramos que tiene un tamaño incluso menor que el de Eris, otro transneptuniano que orbita aún más lejos del Sol.

Puede que Plutón recupere su estatus cuando la sonda pasa a su lado, o puede que se le degrade aún más. A este paso puede que incluso la NASA haya dejado existir para entonces.
Plutón tarda casi dos siglos y medio en completar una vuelta completa alrededor del Sol. Está tan lejos que le llega muy poca luz solar, apenas suficiente para evitar que casi cualquier gas se congele. Por esta razón urgía la necesidad de enviar una sonda a este cuerpo antes de que su excéntrica órbita le alejara del Sol y los gases de su atmósfera se conviertan en hielo durante dos siglos. Mientras que sonda viaja a su destino, nosotros nos tenemos que conformar con la información proporcionada por los telescopios en tierra o por el Hubble.
Debido a su lejanía y escaso tamaño, Plutón, incluso para el Hubble, no es más que un punto en el cielo. Pero a pesar de esa limitaciín se han conseguido confeccionar mapas de su superficie.

Gracias a los datos tomados en los últimos años, expertos del telescopio espacial han confeccionado recientemente un nuevo mapa. Constituye las imágenes más detallada hasta el momento del planeta enano y han sido publicadas en Astronomical Journal.
Las imágenes individuales obtenidas por el Hubble de Plutón son sólo de unos pocos píxeles de anchas, pero gracias a una técnica de dithering, en la que se obtienen fotos múltiples desplazadas ligeramente y combinadas, se puede reconstruir computacionalmente una imagen de mayor resolución. En este caso se necesitó el equivalente a 4 años de CPU en 20 ordenadores para las recosntrucciones.

Las imágenes finales muestran detalles groseros sobre la superficie del planeta enano alrededor del cual orbita Caronte, patrones que experimentan cambios estacionales. Plutón se ha ido haciendo además más rojizo con el tiempo, mientras que su hemisferio iluminado se ha ido haciendo más brillante. Se cree que estos cambios se deben a procesos de sublimación y congelación de los gases atmosféricos dependientes del calor proporcionado por la luz solar. El cambio de color hacia uno más rojizo se dio de una manera más dramática entre 2000 y 2002. Las estaciones en Plutón son más complejas que en otros cuerpos debido a que a la inclinación del eje de rotación del planeta se suma su gran excentricidad orbital, que le hace cruzar la órbita de Neptuno. Las observaciones telescópicas desde tierra mostraron que entre 1988 y 2002 la masa atmosférica de Plutón se dobló, probablemente debido a la sublimación del nitrógeno.

Los datos obtenidos servirán para saber qué regiones interesantes habrá que elegir como blancos de observación cuando New Horizon sobrevuele el planeta enano en 2015. Hay detalles en las imágenes particularmente interesantes. Una zona brillante parece ser que está cubierta por escarcha de monóxido de carbono y rodeada por una región recubierta de una sustancia negro azabache (probablemente carbono). Esta zona constituye un buen blanco para las observaciones de New Horizon.
En términos de color superficial y brillo Hubble revela un mundo rico y variado con regiones naranja oscuro y otras negras como el carbón. Se cree que el color se debería al efecto de los rayos ultravioletas sobre el metano, que haría a éste transformarse en moléculas orgánicas más complejas o en carbono puro residual. Los procesos de sublimación y condensación de gases estarían también controlados por la luz solar.
Plutón no sería por tanto una bola de hielo inerte, sino un mundo dinámico en el que se darían cambios atmosféricos dramáticos. Es una pena que tardemos tanto en tener una vista cercana de ese mundo.


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